2014 - 2017
Acuarela / Acrílico / Intervención fotográfica
Toda mujer es una guerrera. De temple, de carácter, vulnerable pero a la vez firme. Flaca, gorda, alta, baja; tímida o extrovertida, callada o ruidosa; negra, blanca, indígena, mestiza; líder, rebelde, auto-suficiente, soberana y libre. Libre para reír, llorar, gritar, amar, odiar, para poseer su cuerpo y usarlo a su favor.
Cada tatuaje en estos cuerpos honra la lucha de la mujer a lo largo de la historia. Desde 1405, cuando Christine de Pizan se convirtió en la primera mujer en escribir sobre sus derechos, hasta 1965, cuando se le concedió el voto a toda mujer en Guatemala, y siguiendo hoy mismo, cuando la lucha no ha terminado y las mujeres siguen siendo objeto de discriminación, maltrato, acoso, desigualdad laboral, social y sexual.
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No, aún no se termina, e invito a toda mujer y hombre a que tomen su papel de guerreros y así podamos ver el día en el que ambos caminemos como iguales.
Esta serie está dedicada a cada mujer, que puede ser lo que ella quiera y desee, sin tener que buscar aprobación ni permiso de ningún hombre ni de otra mujer.
Inspirada en la fotografía de Irving Penn